Cuando hablamos del nacimiento de una empresa, siempre nos viene a la mente cuál será su objetivo al abrir. Definir y pensar bien qué objetivos queremos lograr tras el lanzamiento de nuestro negocio es indispensable para alcanzar el éxito.
Pero no se trata sólo de pensar en un objetivo y ya, existen diferentes metodologías que nos permitirán lograr mejores resultados. ¿Has escuchado de los objetivos SMART?
Continúa leyendo para descubrir de qué se tratan y cómo pueden ayudarte en tu negocio, tanto si ya abriste, como si estás pensando en hacerlo.

¿ Cuál es la clave para alcanzar el éxito estableciendo objetivos SMART? 

Es muy fácil: establecer objetivos claros y alcanzables. Esto nos permitirá desarrollar un proceso de productividad que nos acerque a nuestra meta. Se le conoce como objetivos SMART a aquellos que son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Son concretos y permiten analizar cada una de las etapas del proceso para lograrlos, ya sea para ordenar aquellos que no son óptimos o mejorarlos.

Plantear objetivos de manera estructurada y clara, nos ayuda a generar resultados en cualquier ámbito (casa, trabajo, escuela, etc.).

Todos queremos llegar más lejos y alcanzar el éxito, ya sea produciendo mejores productos, posicionar nuestro negocio, mejorar la relación con nuestros clientes o proveedores. Estas metas son totalmente alcanzables si nos detenemos a pensar en los procesos que debemos llevar a cabo para lograrlo.

De manera inteligente debemos ser muy concisos en nuestro objetivo. Por ejemplo, decir “quiero vender más” es un objetivo abierto que no refleja una meta clara. Podríamos decir que, si vendemos un producto más que el mes anterior, estaríamos cubriendo la meta.

Pero si decimos; “el próximo mes venderé 10% más que el mes anterior”, el alcanzar esta meta requiere de procesos claros que nos lleven a lograr el éxito de nuestro objetivo.

¿Qué son los objetivos SMART?

Recordemos que SMART es un acrónimo que significa:

S – Specific (específicos)

M – Measurable (medibles)

A – Achievable (alcanzables)

R – Relevant (relevantes)

T – Timely (temporales)

Entendamos qué representa cada una de estas siglas para entender mejor cómo debemos aplicarlos.

S – Específicos

Un objetivo específico se refiere a una tarea o acción determinada en nuestro proceso para llegar a la meta. Por ejemplo: aumentar el volumen de ventas un 15%.

M – Medibles

Al tener una meta específica, los resultados pueden ser interpretados dentro de parámetros claros, es decir, podemos medir cómo se está desarrollando contra resultados previstos. Por ejemplo: las ventas se han incrementado un 8% respecto al objetivo previsto de 15% al mes.

A – Alcanzables

Es importante que el objetivo se encuentre dentro de condiciones realizables. Tenemos que considerar metas realistas. A todos nos gustaría decir que un objetivo para la empresa sería vender el doble de productos en dos semanas, pero para que eso suceda, debemos considerar que existen diversos factores que posiblemente impidan llegar a esa meta. Tras analizar nuestras capacidades y valorar la meta que queremos lograr, será más fácil desarrollar nuestro objetivo. Por ejemplo: Incrementar el volumen de ventas un 5% el primer mes, 10% el segundo y llegar a un 5% a partir del tercero.

R – Relevantes

Es una meta que está acorde a los objetivos generales de la empresa. Podríamos decir que queremos incrementar el volumen de entregas del newsletter, pero si este proceso no nos favorece en un objetivo principal (como sería vender más mes con mes), entonces estaríamos hablando de una meta poco relevante. Es importante definir objetivos que alimenten la meta principal para no desviar tiempo, dinero y esfuerzo. Por ejemplo: para incrementar las ventas se invitará al comprador a suscribirse en una base de clientes leales”.

T – Temporales

Significa que nuestra meta se debe llevar a cabo en un tiempo determinado. Este es un factor muy importante, ya que establecer el periodo nos ayudará a lograr o no un objetivo. Consideremos el siguiente ejemplo: “incrementar el volumen de ventas de 600 unidades a 720 mediante el club de lealtad…”, es aquí donde el tiempo cobra relevancia, ya que no será lo mismo decir que debe cumplirse en 3 días que en un año o un mes.

Analicemos algunos ejemplos de objetivos SMART

A continuación, podremos ver algunos ejemplos para ayudarnos a definir nuestros propios objetivos SMART.

  1. Aumentar las ventas mensuales en un 20% (de $100,000 a $120,000) durante los próximos 5 meses a través del Club de Lealtad, para lograr integrar un nuevo producto a mi catálogo online.
    • S: Aumentar las ventas
    • M: de $100,000 a $120,000 (20%)
    • A: A través de nuestro Club de Lealtad
    • R: Integrar un nuevo producto a mi catálogo online.
    • T: Durante los próximos 5 meses.
  2. Lograr que mi producto “De Cocina” (hoy en día representa el 30% de mis ventas) pase a representar el 50% de mis ventas totales a final del año; esto se logrará a través de campañas publicitarias para resaltar los beneficios de mi producto y destacar frente a la competencia.
    • S: Ventas de mi producto “De Cocina”
    • M: Pase del 30% al 50% del volumen total de ventas.
    • A: Campañas publicitarias en diferentes plataformas.
    • R: Resaltar beneficios de mi producto y destacar frente a la competencia.
    • T: A final del año.

¿Qué opinas de este método para establecer objetivos?

Tras leer este artículo, ¿qué opinas sobre desarrollar objetivos SMART dentro de tu empresa?

Es un método que se puede aplicar a cualquier tarea e industria realmente; lo mejor es que nos permite ser más organizados y podemos visualizar el avance de nuestros esfuerzos.

Recuerda que, para lograr grandes cosas, debemos tener claros los pequeños detalles.

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